Los legendarios jugadores “Manolete” Hernández, Marcos Rivas y José Luis Desachi forman parte del legendario club Atlante, equipo forjado de las clases obreras y textiles y siempre fue conocido como el “Equipo del Pueblo”.
México, 11 de abril de 2016
Por Notimex.
El Atlante cumple este mes de abril 100 años de su fundación y es, sin duda, uno de los equipos con más historia en el balompié nacional, que ha tenido la gloria de obtener campeonatos y también de sufrir descensos, como en la actualidad.
Su origen es un reflejo de la sociedad mexicana. Los llanos de la colonia Condesa y la Nopalera por el rumbo de Tacubaya en la Ciudad de México, fue el lugar donde comenzó la historia del Atlante cuando un grupo de jóvenes, inspirados por las hazañas del club España, decidieron formar un su propio equipo de futbol.
Los líderes de aquellos jóvenes que darían origen a lo que hoy conocemos como el conjunto azulgrana eran los hermanos Refugio y Trinidad Martínez, originarios de Querétaro, quienes junto a un grupo de amigos decidieron formar su equipo.
Agustín, Cosme y Luis Pérez, Fernando "Patadura" Rojas, Guadalupe "Ciego" Hernández, Constantino y Juan Estofían, Daniel "Abogado" Oliva, José y Luis Romero "Los Capulines".
Así como Gregorio "Iracheta" Hernández, Alfonso Zapata Gutíerrez, Antonio "Black" García y Jesús y Alejandro Corona, son el resto de los futbolistas que en ese entonces dieron vida al equipo Sinaloa, llamado así por ser el nombre de la calle donde solía reunirse.
Aquel equipo comenzó a jugar con balones de papel, la cuna azulgrana era tan humilde que no podían darse el lujo de gastar los 14 pesos que costaba por esos años una pelota de futbol, es más, llegaron a utilizar balones que ellos mismo armaban de la padecería de las pelotas que tiraban los del club España. En esos años los balones eran inflados a puro pulmón, sin ayuda de bombas.
Esos fundadores eran obreros, casi todos de fábricas textiles. Había algunos que incluso jugaban con sus uniformes de trabajo y descalzos, para no desgastar sus zapatos del diario. Sus grandes rivales de la época fueron el equipo Tacubaya y la Condesa, vecinos del naciente conjunto azulgrana.
El goleador de la década de los sesenta, Bernardo “Manolete” Hernández, recordó que la grandeza del Atlante es que sostuvo el primer clásico del futbol mexicano contra Asturias, como se refleja en la película “Los Hijos de Don Venancio”, con Joaquín Pardavé.
“Llegué al Atlante a los 12 años, desde niño me formé en este equipo y tuve grandes satisfacciones. Fui campeón goleador con el apoyo de todos mis compañeros”, recordó Hernández, quien fue renombrado “Manolete” por su parecido con el torero español.
En entrevista al término del programa "Más allá del deporte" en SportivaTVE, el delantero mencionó que por ganar la corona de goleo cobró 16 mil pesos, “era un pago muy bajo, en realidad nosotros jugamos por amor a la camiseta”.
Otro referente del Atlante es sin duda Marcos Rivas, el único jugador del futbol mexicano que ha ocupado las 11 posiciones dentro del campo y que nadie ha podido igualar en la actualidad, recordó que el apodo de “Mugrosito”, se lo puso el desaparecido cronista Ángel Fernández.
“En una ocasión fuimos a entrenar al Centro de Capacitación atrás del Estadio Azteca, nos metimos a la alberca y ese día llovió ensuciando el agua. Al día siguiente entrenó la selección nacional y cuando Mario ‘Pichojos’ Pérez vio la alberca, dijo: se metieron a nadar los mugrosos del Atlante y desde entonces mi apodo fue el ‘Mugrosito’”.
Marcos Rivas recordó su paso por Atlante, “es lo más grande en mi vida. Ahí nací como jugador y la gente siempre me va a recordar. Hice grandes amigos como Manolete, José Luis, César ‘Pocho’ Ortiz y nos seguimos frecuentando, somos grandes amigos”.
El “Mugrosito” resaltó su cariño a la playera azulgrana, “me pagaban 300 pesos al mes y como chofer ganaba más, pero yo jugaba por amor a la camiseta, lo que no sucede en la actualidad en un futbol comercializado”.
Marcos Rivas fue parte del equipo nacional en la Copa Mundial de México 70, aunque estuvo en la banca debido a que Ignacio Basaguren fue el titular.
Otro referente del “equipo del pueblo” es el extremo izquierdo José Luis de Sachi, campeón goleador con el club que pertenecía al general José Manuel Núñez, “siempre nos trató muy bien, un gran directivo y sin duda el mejor en la historia del Atlante”.
Desachi comentó que en su debut no cobró y después tuvo mensualidades de mil 500 a 5,000 pesos, “pero lo más importante era el compañerismo, el amor a la camiseta y como nos jugábamos el orgullo en la cancha representando al pueblo”.
Al paso de los años, Atlante se convirtió en el equipo con mayor cantidad de mudanzas, ya que cambió de ciudad en cinco ocasiones: De la Ciudad de México a Querétaro en 1989-90 (descendió y en Segunda División regresó al DF).
Después, de la capital mexicana a Nezahualcóyotl en el torneo de Apertura 2002; de ciudad Neza regresó al DF en el Clausura 2004, y finalmente de la Ciudad de México a Cancún en Apertura 2007, donde también descendió.
Pero su gran historia y peso en la sociedad le permite llegar al Siglo de existencia con el lema “100, Atlante Soy Yo” y festejar, como lo hizo, con un partido contra los veteranos del Atlético Español en la cancha del sindicato del Metro.
Felicitaciones al Club Atlante, un equipo que ha probado en 100 años las mieles de cinco campeonatos de Liga, aunque también el infierno del descenso del máximo circuito.
El Atlante cumple este mes de abril 100 años de su fundación y es, sin duda, uno de los equipos con más historia en el balompié nacional, que ha tenido la gloria de obtener campeonatos y también de sufrir descensos, como en la actualidad.
Su origen es un reflejo de la sociedad mexicana. Los llanos de la colonia Condesa y la Nopalera por el rumbo de Tacubaya en la Ciudad de México, fue el lugar donde comenzó la historia del Atlante cuando un grupo de jóvenes, inspirados por las hazañas del club España, decidieron formar un su propio equipo de futbol.
Los líderes de aquellos jóvenes que darían origen a lo que hoy conocemos como el conjunto azulgrana eran los hermanos Refugio y Trinidad Martínez, originarios de Querétaro, quienes junto a un grupo de amigos decidieron formar su equipo.
Agustín, Cosme y Luis Pérez, Fernando "Patadura" Rojas, Guadalupe "Ciego" Hernández, Constantino y Juan Estofían, Daniel "Abogado" Oliva, José y Luis Romero "Los Capulines".
Así como Gregorio "Iracheta" Hernández, Alfonso Zapata Gutíerrez, Antonio "Black" García y Jesús y Alejandro Corona, son el resto de los futbolistas que en ese entonces dieron vida al equipo Sinaloa, llamado así por ser el nombre de la calle donde solía reunirse.
Aquel equipo comenzó a jugar con balones de papel, la cuna azulgrana era tan humilde que no podían darse el lujo de gastar los 14 pesos que costaba por esos años una pelota de futbol, es más, llegaron a utilizar balones que ellos mismo armaban de la padecería de las pelotas que tiraban los del club España. En esos años los balones eran inflados a puro pulmón, sin ayuda de bombas.
Esos fundadores eran obreros, casi todos de fábricas textiles. Había algunos que incluso jugaban con sus uniformes de trabajo y descalzos, para no desgastar sus zapatos del diario. Sus grandes rivales de la época fueron el equipo Tacubaya y la Condesa, vecinos del naciente conjunto azulgrana.
El goleador de la década de los sesenta, Bernardo “Manolete” Hernández, recordó que la grandeza del Atlante es que sostuvo el primer clásico del futbol mexicano contra Asturias, como se refleja en la película “Los Hijos de Don Venancio”, con Joaquín Pardavé.
“Llegué al Atlante a los 12 años, desde niño me formé en este equipo y tuve grandes satisfacciones. Fui campeón goleador con el apoyo de todos mis compañeros”, recordó Hernández, quien fue renombrado “Manolete” por su parecido con el torero español.
En entrevista al término del programa "Más allá del deporte" en SportivaTVE, el delantero mencionó que por ganar la corona de goleo cobró 16 mil pesos, “era un pago muy bajo, en realidad nosotros jugamos por amor a la camiseta”.
Otro referente del Atlante es sin duda Marcos Rivas, el único jugador del futbol mexicano que ha ocupado las 11 posiciones dentro del campo y que nadie ha podido igualar en la actualidad, recordó que el apodo de “Mugrosito”, se lo puso el desaparecido cronista Ángel Fernández.
“En una ocasión fuimos a entrenar al Centro de Capacitación atrás del Estadio Azteca, nos metimos a la alberca y ese día llovió ensuciando el agua. Al día siguiente entrenó la selección nacional y cuando Mario ‘Pichojos’ Pérez vio la alberca, dijo: se metieron a nadar los mugrosos del Atlante y desde entonces mi apodo fue el ‘Mugrosito’”.
Marcos Rivas recordó su paso por Atlante, “es lo más grande en mi vida. Ahí nací como jugador y la gente siempre me va a recordar. Hice grandes amigos como Manolete, José Luis, César ‘Pocho’ Ortiz y nos seguimos frecuentando, somos grandes amigos”.
El “Mugrosito” resaltó su cariño a la playera azulgrana, “me pagaban 300 pesos al mes y como chofer ganaba más, pero yo jugaba por amor a la camiseta, lo que no sucede en la actualidad en un futbol comercializado”.
Marcos Rivas fue parte del equipo nacional en la Copa Mundial de México 70, aunque estuvo en la banca debido a que Ignacio Basaguren fue el titular.
Otro referente del “equipo del pueblo” es el extremo izquierdo José Luis de Sachi, campeón goleador con el club que pertenecía al general José Manuel Núñez, “siempre nos trató muy bien, un gran directivo y sin duda el mejor en la historia del Atlante”.
Desachi comentó que en su debut no cobró y después tuvo mensualidades de mil 500 a 5,000 pesos, “pero lo más importante era el compañerismo, el amor a la camiseta y como nos jugábamos el orgullo en la cancha representando al pueblo”.
Al paso de los años, Atlante se convirtió en el equipo con mayor cantidad de mudanzas, ya que cambió de ciudad en cinco ocasiones: De la Ciudad de México a Querétaro en 1989-90 (descendió y en Segunda División regresó al DF).
Después, de la capital mexicana a Nezahualcóyotl en el torneo de Apertura 2002; de ciudad Neza regresó al DF en el Clausura 2004, y finalmente de la Ciudad de México a Cancún en Apertura 2007, donde también descendió.
Pero su gran historia y peso en la sociedad le permite llegar al Siglo de existencia con el lema “100, Atlante Soy Yo” y festejar, como lo hizo, con un partido contra los veteranos del Atlético Español en la cancha del sindicato del Metro.
Felicitaciones al Club Atlante, un equipo que ha probado en 100 años las mieles de cinco campeonatos de Liga, aunque también el infierno del descenso del máximo circuito.
Acuérdense de Manuel Camacho,Luis Alvarado, Sergio Negroe, Eugenio Medina, Héctor Gonzalez Larrazolo,Mollinedo, Luis Amuchastegui, Roberto Escalante, Ernesto Cisneros, Perico Gonzalez, Raúl Orvañanos,y los extranjeros Evaristo, Boggio, Valentim, Etcheverry, Gisleno Medina, y tantos otros delas glorias y sufrimientos del Atlante querido por siempre y hasta el fin.
ResponderBorrarAcuérdense de Manuel Camacho,Luis Alvarado, Sergio Negroe, Eugenio Medina, Héctor Gonzalez Larrazolo,Mollinedo, Luis Amuchastegui, Roberto Escalante, Ernesto Cisneros, Perico Gonzalez, Raúl Orvañanos,y los extranjeros Evaristo, Boggio, Valentim, Etcheverry, Gisleno Medina, y tantos otros delas glorias y sufrimientos del Atlante querido por siempre y hasta el fin.
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