Existió por los años 30’s un verdadero equipo del pueblo en el Futbol de México, su origen humilde y hasta sus apodos, que quedaron grabados en la mente de sus fanáticos, los hacían un equipo singular.
Un recuerdo para el Atlante de los 30
Fuente: GNew Sport
Por: Gustavo Damián Palacios
El Atlante fue un equipo que surgió en los llanos, cerca de la gente de barrio y con trabajadores convertidos en futbolistas. Cuenta la leyenda que no tenían siquiera balones para practicar, su primera pelota estaba hecha con medias de popotillo y después utilizaron un balón, que por su dureza, era denominado ‘la piedra’.
Al Atlante no le fue fácil su ingreso al futbol organizado, que por aquel entonces estaba limitado a las altas alcurnias, principalmente en la capital.
‘Los Prietitos del Llano’ como los bautizó ‘Don Facundo’, cronista de la época que escribía para ‘La Afición’, fueron el orgullo de México venciendo a equipos del extranjero como Colo-Colo de Chile, Sportivo de Buenos Aires, Argentina, Bella Vista de Uruguay que se presumía campeón mundial, al Sabaria de Hungría y al Sparta de Chicago.
El conjunto atlantista se ganó el respeto de todos en la cancha, con aquellos resultados sobre los extranjeros se les abrieron las puertas al futbol federado y en 1932 ganaron su primer título venciendo a Necaxa.
¿QUIÉNES ERAN LOS PRIETITOS DEL LLANO?
Como ya decíamos, los jugadores del Atlante tenían como peculiaridad sus motes o apodos que a continuación repasamos.
El líder principal del equipo era todo un ídolo para sus aficionados, un deleite en el campo cuando tenía la pelota y un guía para el equipo, Juan Carreño, mejor conocido como ‘El Trompito’ por gordito y buen bailador, aunque en el campo también le encajaba por su capacidad de regate, giraba como tal.
Otros singulares personajes, por su juego y apodos, eran los hermanos Rosas, en principio Felipe, conocido como ‘El Diente’, porque de niño tenía uno de sus dientes chueco, jugaba como medio centro, robaba la esférica, pero igual era capaz de servir a sus compañeros, mientras Manuel Rosas era llamado ‘El Chaquetas’, posiblemente porque trabajaba como oficial en una sastrería. El otro de la dinastía era Juan ‘Chúndara’ Rosas, que traía la picardía en su vida y con el balón.
No desentonaban los motes de Rafael ‘La Apipizca’ Guirán, Felipe ‘La Marrana’ Olivares, Nicho ‘El Rabanillo’ Mejía, Gabriel ‘La Nacha’ Olivares y Fernando ‘Patadura’ Rojas.
Quizá el más común era ‘El Compadre’ sobrenombre con el que reconocían a Agustín Mendoza. Los que no tenían apodo eran Luis Garfias, portero de ‘los hombres de la llanura’, así como Paco Islas, de quien se cuenta relucía la seriedad.
El mote de ‘Prietitos del llano’ fue acuñado por las diferencias en el color de piel respecto a los equipos conformados por españoles o ingleses que existían por aquella época en el futbol mexicano, así como también por su origen llanero.
Lee la nota en el sitio de GNew Sport.
Publicar un comentario
Muchas gracias por tus comentarios. Por favor seamos respetuosos, cualquier ofensa o agresión a otro usuario será eliminada.